El transcurso de primavera a verano es el pie de partida para el periodo de mayor radiación solar del año. La exposición a rayos UVA y UVB puede provocar enfermedades dermatológicas y debilitar el sistema inmune; el contacto con cloro de piscina y sal de mar también contribuye al daño.
Los expertos del área de la salud recomiendan desarrollar hábitos de aseo y precaución para evitar la irritación de nuestra piel ante todos estos factores. A continuación, algunos consejos:
- Aplicar protector solar 20 minutos antes de salir de casa. De esta manera, se da tiempo suficiente para la absorción del producto.
- Preferir protector solar resistente al agua. Los rayos UV se intensifican al reflejarse en piscinas, lagos o playas.
- Lavarse la cara dos veces al día. Una limpieza en la mañana y la noche mantiene el cutis libre de impurezas, suciedades y sudor.
- Aumentar el consumo de antioxidantes. Frutos como los arándanos y frambuesas retrasan el envejecimiento de la piel, evitando que se formen manchas y arrugas.
- Usar maquillaje con FPS. El Factor de Protección Solar es el grado de seguridad que otorga un producto ante los rayos UV. Muchos cosméticos cuentan con ello, desde bases a labiales, reforzando la función de los bloqueadores.
Siguiendo estas indicaciones, junto a una alimentación saludable y una ingesta adecuada de agua, podrás disfrutar del sol este verano y asegurarte de mantener una piel sana y libre de enfermedades